Amazon sigue sacando provecho de su colaboración con Mediaset y su productora Mediterráneo para estrenar sus series en la plataforma antes que en los propios canales lineales del grupo mediático. Y parece que la colaboración entre ambos está fructificando. Los preestrenos de Prime Video no afecta a las audiencias lineales de series como se ha comprobado con El pueblo y Señoras del Hampa. Y tiene todavía pendiente de estreno Madres (amor y vida), Caronte (que salió del cajón del que parecía no poder escapar) y la última temporada de Lo que se avecina. Pero la que nos ocupa hoy es Desaparecidos, una serie procedimental sobre un departamento de la Policía destinado a encontrar gente desaparecida.
La historia se centra en una nueva inspectora que entra a trabajar en dicho departamento, Sonia Ledesma (Michelle Calvó). Este grupo está dirigido Santiago Abad (Juan Echanove). Afectada ella misma por el drama de la desaparición de un ser querido cercano, encontrará en sus compañeros Rodrigo (Maxi Iglesias), Sebas (Chani Martín) y Azhar (Amanda Ríos) una nueva familia. Para conseguir encontrar a esas personas que parecen haber sido tragadas por la tierra, cuentan con la colaboración de Ayuda Desaparecidos, una ONG dirigida por Carmen Fuentes (Elvira Mínguez).
La dinámica de Desaparecidos no dista mucho de la que puede ofrecer cualquier otra serie procedimental. Sin embargo, la temática concreta que aborda da mucho más de sí que cualquier otra policíaca. Y en esto han sido muy hábiles sus tres creadores (Patxi Amezcua, Jorge Guerricaechevarría y Curro Royo), pues las casuística que puede haber en torno a una desaparición es muy variada. Desde que no es lo mismo quién desaparezca, si un niño o una mujer, las videntes y el papel que juegan ante las familias o lo mediático que pueda ser un caso, etc. Pero creo que el mayor acierto de la serie es poner uno de los focos en las asociaciones de familiares que buscan a sus seres queridos. Y si además lo personalizamos en la siempre convincente Elvira Mínguez, mejor aún. No solo Mínguez está en su línea, sino también Juan Echanove consigue crear la figura de un jefe inspirador para Sonia, al mismo tiempo que le vemos la carga que lleva a sus espaldas fruto de la experiencia.
El tono de Desaparecidos también me ha gustado bastante. En un solo episodio consigue emocionar al espectador en dos ocasiones y con las pocas pinceladas que tenemos de todos los personajes, incluidos los secundarios, que se espera que jueguen un papel muy importante en la serie. Pero como siempre con las producciones de Mediaset y otras cadenas españolas, la duración de los episodios lastra el resultado final. Una hora y quince minutos me siguen pareciendo excesivos para mantener el pulso narrativo y conservar al espectador, que si además la ve en emisión lineal, pierde la noche. Y en los tiempos de seriefilia extrema, es mucho perder.
Salvando este mal endémico de las series en abierto, creo que es un producto interesante. Es entretenida, los casos son bastante atractivos y lo que pueden beber sus guionistas de la realidad es algo muy a tener en cuenta. También es emotiva, sobre todo cuando hay niños de por medio. Aunque flojea un poco en la trama serializada y las secuencias de acción. En definitiva, una serie muy decente con la que entretenernos en este inicio de verano.
Desaparecidos está disponible completa bajo demanda en Amazon Prime Video
El cine y las series de televisión son mi pasión, aunque la Edad de Oro de la pequeña pantalla me conquistó sobre todas las cosas. En Cultura Seriéfila analizo toda ficción que lo merezca con una dosis muy alta de opinión. También me podéis escuchar en el podcast de Cultura Seriéfila y eventualmente en La Jungla Radio.