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Todo lo que necesitas saber sobre las nuevas series de septiembre 2016

Analizamos las nuevas series de septiembre

Después de una merecida desconexión, no sólo del blog sino también del visionado de nuevas series en un verano más bien flojo en cuanto estrenos, volvemos con las pilas cargadas de cara a un septiembre que viene cargado de novedades, como todos los años. Así pues, vamos a analizar lo más destacado de este mes en las networks, las cadenas de cable y las plataformas de contenido online.

Networks

Septiembre y octubre son los meses donde las networks concentran sus mayores apuestas por series nuevas que consigan inflar de manera considerable los números. Pero lo cierto es que el nuevo modelo televisivo que se está imponiendo les está haciendo mucho daño en número de espectadores. Pero ellas continúan a lo suyo y traerán un puñado de títulos que acabarán cancelados en su mayoría. La semana del 19 al 25 acapara la mayoría se estrenos.

La nostalgia va a seguir siendo tendencia y las principales cadenas norteamericanas traerán algunas nuevas series basadas en éxitos cinematográficos o televisivos. Es el caso de McGyver, el regreso del habilidoso personaje que marcó la infancia de muchos de nosotros. Van Helsing (SyFy, día 23), basada en aquel personaje de Dracula. Lethal Weapon, adaptación de la saga que protagonizaron Mel Gibson y Danny Glover en los 80. Una mezcla de humor y acción que se podrá ver en Movistar Series un día después de su estreno en Estados Unidos, el 22 de septiembre. Para terminar, también FOX revisionará El Exorcista, que cuenta con la gran Geena Davis en sus filas y un tráiler terrorífico pero inquieta que su lugar en la parrilla sea el viernes, el día maldito.

En cuanto a las series nuevas originales, destacan The Good Place (día 19), una comedia con Kristen Bell y Ted Danson que podría ser uno de los grandes éxitos de NBC para este otoño. También la cadena del pavo presenta This Is Us (día 20), una dramedia con Milo Ventimiglia (Heroes) y Mandy Moore (Red Band Society) sobre historias paralelas que convergen. También el regreso de Kiefer Sutherland a televisión suscita mucho interés. Designated Survivor (ABC, día 21) será una serie de corte dramático aunque de temática muy parecida a su trabajo estrella, 24. Por último, la  novedosa Son of Zorn, acción real mezclada con dibujos animados en una comedia llega a FOX el domingo 25.

Cable

Las cadenas de cable esperarán a octubre para poner de largo sus ficciones más destacadas. FX pondrá en juego dos nuevas series en la primera semana, Atlanta (estreno el día 6), una comedia sobre la escena del rap de esta ciudad. Y Better Things (desde el jueves 8), creada por Pamela Adlon y el gran Louis C.K, por lo que hay que estar atentos a ella. A Cinemax llega Quarry el viernes 9, un drama sobre un marine que regresa de Vietnam. HBO dejará para octubre sus más que probables nuevos bombazos, pero estrenará el viernes 16 High Maintenance, una comedia basada en una webserie de Vimeo que arrasó, sobre un vendedor de marihuana de Brooklyn.

Netflix y Amazon

Las dos plataformas más importantes de contenido a la carta van a tener un mes muy movido. Amazon estrena hoy mismo The Collection, una serie sobre moda ambientada en París después de la Segunda Guerra Mundial. Pero no será la única, pues estrenará nuevas series cada viernes. One Mississippi, el día 9, co creada por la guionista Diablo Cody. Una semana después llega Fleabag, la última sensación británica de BBC3. Pero lo más importante (con permiso de la tercera temporada de Transparent), llega el día 30 con Crisis In Six Scenes, la esperada incursión de Woody Allen en televisión y, claro, como todo lo que hace, alcanza una repercusión bestial.

Netflix también sigue con su demencial ampliación de catálogo. El jueves 22 llega Easy, comedia pseudoerótica que cuenta con Orlando Bloom, Emily Ratajkowski y Malin Akerman. Y el viernes 30 llega una de las series más esperadas por los fans del universo Marvel, Luke Cage, protagonizada por Mike Colter (The Good Wife) y que será de lo que todo el mundo hable a final de mes. Aunque también podría serlo Amanda Knox, una serie documental que puede seguir los pasos del rotundo éxito de Making A Murderer.

Wayward Pines: el regreso innecesario de una serie muy adictiva

Wayward Pines regresa desde donde lo dejó

Esta noche a las 21.30h se estrena en FOX la segunda temporada de Wayward Pines, producida por M. Night Shymalan pensada para tener una sola temporada y que fue salvada de la quema meses después de haber sido cancelada oficialmente. Aunque su final fue satisfactorio, dentro de lo cabe, la cadena ha decidido continuar con ella a pesar de que parece del todo agotada.

La primera generación ha tomado el control de Wayward Pines tras el sacrificio de Ethan Burke (Matt Dillon), que salvó al pueblo in extremis de ser totalmente arrasado por los abbies. Su hijo Ben (Charlie Tahan) encabeza una sublevación que intenta democratizar en cierto modo el sistema de gobierno del pueblo, que se ha convertido en una dictadura. Con este caldo de cultivo, el Doctor Theodore Yedlin (Jason Patric, Jóvenes Ocultos) ha sido despertado para salvar la vida de Kate Hewson (Carla Gugino) y para recoger el testigo de Burke como protagonista de la serie. El médico será esencial para el pueblo pero no se quedará con los brazos cruzados y luchará por cambiar las cosas.

La segunda temporada de Wayward Pines nos presenta una continuación de la historia por donde se quedó, aunque pronto empieza a romper los lazos que la ataban con la anterior entrega, principalmente matando personajes a diestro y siniestro. Está bien hecho, porque ofrece una especie de epílogo mientras vamos conociendo a todos los nuevos, aunque también es cierto que da la sensación de estar cambiando piezas por otras exactamente iguales, lo que provoca que la trama permanezca inmóvil. Tenemos al héroe recién llegado que tendrá que descubrirlo todo y luchar contra las injusticias de un poder que entiende la supervivencia de un modo diferente al que tenemos en la actualidad.

Nuevo protagonista para la segunda temporada de Wayward Pines

En esta nueva entrega, sin embargo, vamos conociendo mejor a la llamada primera generación y a su autoproclamado líder Jason (Tom Stevens, Cedar Cove). Son los primeros que han crecido en Wayward Pines y en esta ocasión sí consiguen que empaticemos en cierto modo con ellos. Los chicos no conocen nada parecido a la democracia ni a la civilización sino que han sido educados con la doctrina del fundador Pilcher, quien cree que mantener el orden de forma coercitiva es lo mejor para la supervivencia. Explotar esa encrucijada entre entender que el mundo ha cambiado e intentar recuperar los valores que hicieron desaparecer la especie sería el movimiento más inteligente para la serie pero apuesto a que no profundizará en el tema. Por el contrario, esperamos muchos giros en el guión y una gran cantidad de muertes que importarán muy poco para acabar con un clímax similar al del año pasado.

En efecto, la segunda temporada de Wayward Pines era totalmente innecesaria y debería haberse quedado en miniserie ya que, sin gran parte de su notable reparto y despojados de todo el misterio que rodeó los primeros episodios, se convierte en algo prescindible. Para FOX puede ser un producto rentable porque incluso en verano consigue mantener unos índices de audiencia más que aceptables. Y para el espectador, una serie sin fundamento pero muy adictiva para las noches estivales. 

Opinión: Netflix baja el nivel en 2016

La sobreproducción de ficción de Netflix ha bajado su canon de calidad considerablemente

Hace un par de años, Netflix prometió inundar el mercado con un montón de ficciones originales cada año, concretamente iban a intentar estrenar una temporada o una nueva serie cada dos semanas. Los seriéfilos empezamos a salivar porque los únicos referentes que teníamos de la plataforma eran House of Cards y Orange Is The New Black, ambas cotizando muy al alza. Después de un 2015 sobresaliente, con algunos estrenos destacados como Daredevil, Sense8, Narcos, Unbreakable Kimmy Schmidt o Jessica Jones, 2016 no está siendo todo lo productivo que cabría esperar.

Obviamente, el nivel sigue muy alto porque todas esas series siguen en activo y poco a poco van estrenando nuevas temporadas pero me gustaría centrarme en el material nuevo de lo que llevamos de año. Tan sólo se ha estrenado un drama, Marseille, del que hablaremos un poco más adelante, y cinco comedias, Love, Flaked, The Ranch, Fuller House y Lady Dynamite, que han pasado sin pena ni gloria, más bien con un poco de pena. Y eso que todas ellas vienen con nombres populares entre el público norteamericano y un revival de una sitcom que, aunque arrasó en los noventa, tenía (y tiene) un nivel bastante bajo. Esos nombres de relumbrón han servido para que su público se mantenga fiel pero poco más. Todas ellas me parecen series del montón, de relleno para un catálogo cada vez más extenso, y más disperso.

Hace unos meses supimos que Netflix preparaba su primera serie original hecha en España con el apoyo de la productora Bambú, un drama de 16 episodios sobre cuatro operadoras de la compañía telefónica en los años 20 del siglo pasado, algo muy positivo porque la plataforma es una recién llegada al mercado y darle proyección internacional podría ser un gran impulso para nuestra ficción, que podría dar varios pasos adelante. El problema es que el único referente de serie europea que tenemos es Marseille, una de las peores de lo que llevamos de año a pesar de que ha sido renovada, y claro, nos llena de incertidumbre sobre lo que puede hacer Netflix a nivel internacional. Tendremos que esperar para ver otras como la japonesa Hibana.

Pero el drama francés ha sido novedoso en una cosa, ha sido la primera vez que público y críticos han alzado la voz unánimemente en su contra, algo que no es tan fácil de conseguir con las series de Netflix. Es cierto que el nivel de la plataforma es alto pero hay una tendencia de estimar en exceso sus productos. A HBO se le han dado bastantes palos por dar luz verde a series como Vinyl que, si bien no es lo mejor de la cadena, sigue siendo muy superior a la mayoría de dramas que día sí, y día también, se estrenan en todo el mundo pero da la sensación de que ésta habría sido mejor valorada si fuera de Netflix. HBO se ha ganado el derecho a ser criticada por hacer un producto inferior a sus estándares, pero también creo que la plataforma se ha ganado un prestigio a pulso que debe mantener y con lo que llevamos visto este año, parece que en su agenda prima la cantidad sobre la calidad.

El algoritmo de Netflix es muy efectivo para conocer los gustos de sus suscriptores y parte de su éxito reside en esta capacidad de anticipación, pero ha llegado el momento de que responda sobre qué tipo de series producir. Si el modelo son las House of Cards, Orange Is The New Black, etcétera, o las Flaked, Fuller House o Marseille.

Robert Kirkman nos quiere acojonar con Outcast

La nueva serie de FOX España se llama Outcast

Las noches veraniegas de 2016 dan la bienvenida a Outcast, la nueva serie del creador de The Walking Dead, Robert Kirkman, que abandona los zombies momentáneamente para centrarse en las posesiones demoníacas pero sin perder sus señas de identidad. En Estados Unidos se estrena hoy en Cinemax, una cadena de cable que no hace ascos a la violencia explícita y escatólogica. En el piloto, la primera se pasa por el arco del triunfo la ley del menor, y la segunda nos hará volver la cara en más de una ocasión. En España, FOX será la encargada de emitirla a partir del próximo lunes 6 de junio.

Kyle Barnes (Patrick Fugit, Casi Famosos) es un hombre destrozado por un hecho traumático que le costó el matrimonio. Ahora vive confinado en su casa sin contacto con el exterior hasta que su hermana Megan (Wrenn Schmidt, The Americans) consigue sacarle de casa y se empieza a interesar por un chico que muestra claros síntomas de estar poseído por una fuerza oscura. Con la ayuda del reverendo Anderson (Philip Glenister, Life On Mars), intentará salvarlo y buscar respuestas.

Si hay una referencia clara en materia de posesiones está claro que es El Exorcista y, por tanto, Outcast está claramente influenciada por la película de William Friedkin pero, aunque se pudiera esperar una vuelta de tuerca viniendo de un escritor de cómics para adultos, me ha sorprendido que la respete tanto, casi la reverencia. Y puede ser porque Kirkman cree realmente que el diablo y las posesiones existen, por lo que su aproximación al tema no contiene nada de humor, aunque algunos puedan interpretar que haya cierta ironía en el relato.

Outcast está creada por Robert Kirkman y su universo se ve reflejado claramente en el episodio piloto

Viniendo del creador de The Walking Dead esperaba algo menos serio, con más acción y más comercial aunque esté programada en una cadena tan minoritaria como Cinemax. Por poner un ejemplo, esperaba que fuera la sucesora de Banshee, pero en Outcast la violencia no es gratuita y la trama se cuece más a fuego lento, no es tan literal, no lo cuenta todo, por lo que hay que estar muy atento a los detalles. Por otro lado, la serie consigue hacernos sentir terror del bueno, algo que no esperaba, y aunque vaya cumpliendo tópico tras tópico consigue sorprendernos gracias a la inagotable imaginación de Kirkman.

A nivel estético, el piloto de Outcast está muy bien dirigido por un experto en el cine de terror como es Adam Wingard. La iluminación en las escenas claves es extraordinaria, como en las que el niño está encerrado en su habitación a oscuras y los haces de luz entran entre las cortinas. La planificación en el terror suele dar un paso adelante, así como el montaje, pero además se puede observar cómo ciertos planos recuerdan a las viñetas de un cómic. Por último, como para crear ambiente todos los elementos son pocos, la música que funciona perfectamente con esos pequeños punteos pero también con los silencios ha sido obra de Atticus Ross.

Outcast tiene niños poseídos, sí.

El piloto presenta a los personajes de forma efectiva y sin contarnos demasiado sobre ninguno de ellos, sólo dejándonos ciertos detalles que van completando la historia de cada uno. En mi opinión, todo un acierto pues mantiene al espectador en constante incertidumbre y logra una mayor conexión, sobre todo con un protagonista al que no entendemos en la primera secuencia y, sin embargo, en la última ya nos tiene ganados a todos. La elección de Patrick Fugit me parece muy acertada, cumple en el primer episodio y el resto del reparto, aunque no tan conocido para el gran público, tienen mucho recorrido por delante sobre todo cuando empecemos a saber más de sus vidas.

En definitiva, Outcast ha empezado con muy buen pie y todo hace indicar que mejorará con su desarrollo. Por ahora, junto con Preacher puede ser lo más atractivo que se ha estrenado de cara a este verano, por ser series diferentes cuando las demás empiezan a repetirse demasiado. Al final va a ser más productivo inspirarse en el mundo del cómic que en el cine.

Preacher, primer vistazo a la nueva serie de AMC

La nueva serie de AMC está basada en otro cómic: Preacher

La adaptación televisiva o cinematográfica de Preacher empezaba a sonar a maldita. Desde hace dieciocho años se ha intentado crear la versión audiovisual de los cómics de Garth Ennis y Steve Dillon sin éxito debido a su extremo lenguaje, su extrema violencia y su extrema blasfemia constante. Ni siquiera HBO se atrevió hace diez años a pesar de ser una de las cadenas más libres en cuanto a mostrar violencia y sexo se refiere, pero en un país como Estados Unidos, la religión es un terreno vedado donde se puede perder más de lo que se puede ganar. Gracias a la evolución televisiva de los últimos años y del empeño de Seth Rogen, AMC ha creído conveniente dar luz verde a esta versión que pasamos a desgranar.

Jessie Custer (Dominic Cooper) es el predicador del pueblo tejano de Annville, donde llegó por una promesa hecha a su padre después de haber llevado una vida deshonrosa. Cuando está a punto de tirar la toalla por una crisis de fe, una extraña criatura fruto de la relación entre un demonio y un ángel le posee convirtiéndole en un ser tan poderoso que decide ir en busca de Dios para ajustar cuentas con él. Para tal empresa tendrá la ayuda de su ex, Tulip (Ruth Negga) y el vampiro Cassidy (Joseph Gilgun). Preacher no dejará sin tocar prácticamente ningún tema, ya sea divino o humano, con un gamberrismo extremo y sin ningún tipo de autocensura.

No voy a hacer una comparación entre serie y cómic, primero porque la serie no tiene el suficiente recorrido y segundo, y más importante, porque no he leído los cómics, que son muy explícitos en lenguaje, violencia y sexo; además de una temática demasiado controvertida, no sólo para el excesivo puritanismo religioso de Estados Unidos, sino para cualquier cristiano practicante. Mis primeras impresiones no van por ahí, al menos por el momento, porque el piloto no se ha mostrado demasiado irreverente, sólo lo justo. Sí hay violencia, sí hay tacos, pero no hay ni sexo ni demasiada controversia, pero no más de lo que vemos cualquier semana normal en cualquier cadena de cable. Pero ojo, que mis palabras no transmitan decepción porque Preacher tiene mucho potencial para darnos mucho entretenimiento puro, y estéticamente no está nada mal. Lo demás, vendrá después.

Dominic Cooper, Ruth Negga y Joseph Gilgun protagonizan Preacher

Lógicamente, la religión será el tema central de la trama tanto a nivel físico como metafísico. Después de la posesión de Jessie Custer se da por asumido que Dios existe (y todas las criaturas que conlleva), pero también incorpora otro tipo de personajes pertenecientes a otros universos, como los vampiros, por lo que no descartemos que más adelante veamos a otro tipo de criaturas. Para acabar con el pastiche, incorporamos los ingredientes habituales del noir, con toques de Tarantino, más sucio, parecido a Hap and Leonard, y unas peleas con coreografías similares a las de Banshee. Todo va a ser posible en Preacher.

Por tanto, los personajes también son de lo más variopintos, desde los terrenales a los sobrenaturales, los primeros explotando la idiosincrasia tejana y los segundos haciendo gala de los clásicos estereotipos de su especie. Los presentados por ahora son muy interesantes, sobre todo el vampiro Cassidy y Arseface (Caraculo), que tienen mucho potencial. Todos ellos, y son muchos, tienen particularidades que los hacen especiales y aportan cosas a la historia que hacen de Preacher algo relativamente nuevo, algo que consigue diferenciarla de los cientos de ficciones que podemos ver en televisión.

Uno de los originales e hilarantes personajes de Preacher

Desde el punto de vista estético, Preacher me ha parecido más atractiva de lo que pensaba en un primer momento. El inicio con la caída del meteorito, la presentación de los personajes, las transiciones de escenas tan abruptas y los rótulos gigantes son muy comiqueros, por lo que la base de fans de las historietas lo van a agradecer. La narración tiene un ritmo bastante alto y se agradece que las escenas de acción no ocupen gran parte del episodio, sino que se centre en dar protagonismo a los personajes.

En líneas generales, el piloto de Preacher, sin llegar a ser espectacular, cumple su función de forma notable, presentando a los personajes de forma atractiva y eficaz, estableciendo lo que va a ser la historia de forma clara y, sobre todo, enganchando desde el principio. La nueva serie de AMC no escandaliza como se esperaba pero, en cambio, muestra mucho potencial.

Preacher aún no tiene fecha de estreno en España. Os dejamos con el tráiler:

Hap and Leonard, el noir tejano

La nueva serie de AMC nos trae dos caras muy conocidas de otras series míticas de la televisión.

Hoy lunes llega a AMC España la última serie de Sundance Channel, Hap and Leonard, un drama ambientado en Texas en los años 80 que promete mucho en su piloto. El principal reclamo para ver sus seis episodios es la presencia en el trío protagonista de Christina Hendricks (Mad Men), Michael Kenneth Williams (The Wire, Boardwalk Empire) y James Purefoy (Roma, The Following).

Nos situamos en Texas en 1988. Hap Collins, un objetor de conciencia, y Leonard Pine son dos amigos de un pueblo de Texas que reciben una oferta de la ex mujer del primero para rescatar un millón de dólares del fondo de un río. Dos tipos duros que se codearán con un grupo de activistas de lo más variopinto y con unos asesinos que van tras ellos. En principio, parece que Hap and Leonard es una serie de acción pero con el paso de los minutos comprobamos que puede ser mucho más si explota las singularidades de todos los personajes y del escenario en que se desarrolla. La relación entre la pareja protagonista llevará todo el peso narrativo mezclando drama, acción y humor. La aparición de Trudy será la fuente de todos sus problemas pero también puede ser la solución.

El arranque del piloto no tiene nada de especial más allá de ponernos en situación y presentarnos a los personajes, su objetivo principal. A diferencia de otras series que le dedican muy poco tiempo, en Hap and Leonard, ocupa casi todo el episodio, algo de agradecer por un lado, pero que nos deja la sensación de no estar pasando nada. Hasta el último tercio, cuando conocemos a la pandilla con la que intentarán recuperar el dinero y la inesperada secuencia final. Por poner un pero, los diálogos pretenden ser rápidos e inteligentes pero me resultan muy superficiales y literarios, no habiendo sido bien adaptados al medio.

Christina Hendricks vuelve a la televisión con Hap and Leonard

La temática, a pesar de que puede dar pereza a priori, tiene mucho potencial si saben explotar bien todos los frentes que han abierto, como la homosexualidad, el racismo, las consecuencias de la guerra… Todos ellos serán temas adyacentes a la trama principal que estará marcada por la acción pero no cabe duda de que con personajes bien definidos Hap and Leonard será más interesante de lo que parece a simple vista. Como siempre sucede en las series ambientadas en el su de Estados Unidos, esperamos que la ambientación y la idiosincrasia de los locales juegue un papel fundamental para dar profundidad a las tramas y no se quede en la superficie, algo muy común en ficciones con la premisa de un atraco/golpe como gancho para el espectador.

No esperemos que Hap and Leonard esté en las listas de lo mejor del año pero si buscamos una serie entretenida pero con cierto fundamento muy alejada de los habituales desfases de las networks, deberías darle la oportunidad, son sólo seis episodios y tiene un trío protagonista que ya lo quisieran otros muchos dramas.

Hap and Leonard se estrena el lunes 23 de mayo a las 23:00h en el canal AMC.

The Girlfriend Experience, la nueva serie de Starz llega a Canal+ Series Xtra

The Girlfriend Experience, la nueva serie de Starz y Canal+ Series Xtra

Hace unos meses incluíamos en nuestra lista de estrenos más destacados de esta primavera The Girlfriend Experience, producida por Steven Soderberg. La serie, que hoy estrena Canal+ Series Xtra tan sólo un día después de su emisión en Estados Unidos, está inspirada en la película homónima del director que protagonizó la ex actriz porno Sasha Grey en 2009. La cadena Starz se ha hecho cargo de un drama que se ajusta a la perfección en su catálogo, plagado de productos que no se cortan a la hora de mostrar, sexo, tacos y violencia.

Christine Reade es una ambiciosa estudiante de derecho que entra a trabajar de becaria en un prestigioso bufete de abogados, donde lucha por abrirse paso en un negocio despiadado y muy estresante, al tiempo que es introducida en el mundo de las chicas de compañía, conocido como The Girlfriend Experience, a través de una amiga. La protagonista pronto se siente poderosa gracias al dinero y al control sexual y emocional que ejerce sobre sus clientes, pero aunque parece que se mueve como pez en el agua pronto conocerá a personas más despiadadas y ambiciosas de lo que puede imaginar.

El mundo de las chicas de compañía es el tema central de The Girlfriend Experience

El mundo de las chicas de compañía no es nuevo pero desconocido para el gran público a pesar de la película de Soderberg, un telefilme de los de Antena 3 y muchos reportajes de cámara oculta. En The Girlfriend Experience la protagonista no es ninguna víctima, es una mujer ambiciosa dispuesta a todo para conseguir sus metas laborales, incluido sacrificar su propia vida personal, reducida a encuentros sexuales esporádicos como vemos en el piloto. Su libertad para vivir el sexo y sus ganas de prosperar son motivos suficientes para introducirse en un mundo que ella cree tener dominado. Christine, que no tiene ni un pelo de ingenua, se está metiendo en un juego que está por encima de ella.

La prostitución de lujo está en un plano totalmente opuesto a la trata de blancas, pero sus consecuencias pueden ser igual de devastadoras. Las chicas creen que tienen el control de la situación y el acercamiento a hombres poderosos les puede dar una sensación de libertad, ficticia, pues es muy difícil abandonar el negocio cuando quieren. Quienes requieren sus servicios no están acostumbrados a recibir un no por respuesta y son capaces de llegar muy lejos para salirse con la suya, como cualquier proxeneta pero con más dinero de por medio.

The Girlfriend Experience está protagonizada por la bellísima Riley Keough, nieta del mismísimo Elvis Presley, una actriz que se está labrando un futuro muy interesante dentro de la industria de Hollywood, donde su nombre le habrá ayudado a abrir algunas puertas pero sólo su talento la mantendrá dentro de este competitivo negocio. Steven Soderberg se vuelve a atrever en la producción ejecutiva tras la estupenda The Knick (donde también figura la hija de otro músico, Bono), aunque en esta ocasión los showrunners son Amy Seimetz y Lodge Kerrigan que escriben y se reparten la dirección de todos los capítulos.

Riley Keough protagoniza The Girlfriend Experience

A nivel narrativo, lo más destacable de The Girlfriend Experience es la duración de los episodios, de sólo treinta minutos, algo poco usual en los dramas y propio de la comedia. Y tengo que decir que no le sienta nada mal, pues va directa la grano, cuenta lo que debe sin rodeos ni rellenos y sabe a poco, lo cual es bueno para captar el interés del espectador, que a veces se siente empalagado con la duración e intensidad de algunos dramas. Antes mencionaba que la cadena Starz era la adecuada para contar una historia dura sin endulzar ni un sólo plano, pero hay que destacar que en los dos primeros capítulos el buen gusto predomina sobre todo lo demás, las escenas de sexo están muy bien rodadas y forman una parte esencial de la historia, aunque todo apunta a que todo irá a peor a partir de aquí.

The Girlfriend Experience es una serie que trata un tema duro aunque que todavía no se ha vuelto demasiado intensa, pero estoy seguro de que su primera temporada va a ser transgresora y Riley Keough, que lleva todo el peso de la serie a sus hombros, va a empezar a acaparar portadas a partir de este momento. Recuerda que se estrena esta noche 11 de abril a las 23:30h en Canal+ Series Xtra.

Heartbeat, primeras impresiones de la dramedia de Melissa George

La nueva serie de Melissa George en Cosmo

La semana pasada se estrenó en Estados Unidos Heartbeat, el nuevo drama médico de NBC que tiene a una favorita de la industria como protagonista, Melissa George, en lo que puede ser uno de los grandes éxitos de la midseason de 2016. Por lo pronto, su estreno tuvo más de seis millones de espectadores, sólo por detrás de NCIS: Nueva Orleans. Sin embargo, a nivel cualitativo ha dejado algunas dudas. En España, verá la luz el próximo 17 de abril en Cosmo con doble episodio.

Heartbeat está basada en la autobiografía de la Doctora Kathy Magliato, en la ficción llamada Alex Panttiere (Melissa George), una famosa cirujana torácica que se salta continuamente las reglas para beneficiar a sus pacientes y con una vida privada de lo más loca. A su ex marido gay y su novio, también médico (David Annable), hay que sumarle a la ecuación su mentor y amor platónico (Don Hany), que ha reaparecido en su vida y despierta viejos sentimientos que parecían olvidados. La serie se mueve entre la comedia y el drama pero acabará siendo un culebrón de manual, bebiendo de todos los referentes del subgénero, desde Anatomía de Grey a Urgencias con un humor mas loco pero también más ridículo.

Alex Panttiere, la protagonista de Heartbeat

Tras un breve periodo en el que las series de médicos clásicas han estado apartadas de las parrillas para darle un descanso a unos espectadores saturados, NBC ha decidido acabar con la tregua y apostar por un valor que cree seguro, no olvidemos que las memorias de Kathy Magliato ha sido un best seller en Estados Unidos y que Melissa George es una de las favoritas de la industria televisiva y una de las actrices feapas (pero muy fotogénica) que más gusta al gran público. Efectivamente, George luce espectacular y su trabajo es correcto a pesar de que su personaje no es más que un refrito que ya hemos visto muchas veces, no hay más que pueda hacer.

Como serie de médicos que es, Heartbeat tratará los mismos tópicos de siempre: la competitividad y la lucha de sexos en una carrera muy dura, el trato con los pacientes, el conflicto negocio-servicio público en la sanidad norteamericana y, por supuesto, la incompatibilidad de una profesión muy absorbente con una vida sentimental convencional. Tanto drama necesita un contrapeso para no convertirse en algo demasiado solemne, así que la serie ha optado por aligerar el tono creando una protagonista que lleva todo el peso cómico, aunque los chistes y el guión son casi sonrojantes y restan mucha fuerza al personaje, que no consigue contrarrestar los momentos melodramáticos que pretenden cambiar de tercio radicalmente.

El amor será otra piedra angular de Heartbeat

Heartbeat está hecha a la medida de su protagonista pero desperdicia la gran oportunidad de crear uno de esos personajes femeninos poderosos que nos estamos acostumbrando a ver últimamente y que tanto están refrescando la industria además de aportar cierta justicia hacia las mujeres. Alex Panttiere es una eminencia en su carrera pero desvirtúa esta faceta el hecho de que en realidad es un personaje más convencional de lo que parece, uno que ya hemos visto demasiadas veces.

The Catch: Shondaland, eficacia probada

The Catch, la nueva serie de ABC (Canal+ Series en España)
vía Movistar+

No sigo ninguna serie de Shondaland porque considero que hay productos mejores que merecen más mi tiempo e incluso en ocasiones ni siquiera puedo ver todas las que me propongo. Pero hay que reconocer que Shonda Rhimes se ha ganado con todas las de la ley que su nombre se escriba más veces que la serie de la que versan artículos como este. Y lo ha hecho gracias a una fórmula secreta que ella maneja como nadie, dando el protagonismo a mujeres, elevando la voz de las minorías (raciales o sexuales) y con unas premisas que enganchan desde el minuto uno. Ahora es el turno de The Catch, que Canal+ Series estrenó la pasada madrugada del Viernes Santo, a las 00.45h.

The Catch nos presenta a Alice Vaughan (Mireille Enos), una exitosa analista de fraudes experta en detener a ladrones de cuadros y otros timadores de guante blanco, que está siendo víctima del engaño de su propio prometido, Christopher Hall (Peter Krause), que trata de hacerse con todos los contactos de su empresa con el fin de estafar a uno de ellos. Empieza entonces una persecución en la que veremos muchos giros argumentales marca de la casa y que mantendrán a muchos pegados a la pantalla. De todos los productos de Shondaland, con el que más semejanzas guarda es Scandal.

El gato y el ratón en The Catch

Todos las características de los productos de Shonda Rhimes están presentes en The Catch, empezando por su protagonista, una mujer de éxito en su trabajo con una vida amorosa complicada. Para esta ocasión, han decidido contar con Mireille Enos, conocida por su papel en The Killing y Peter Krause, que alcanzó el estrellato participando en una de las mejores series de la historia, A dos metros bajo tierra. Una pareja con mucha química a la que se le notan los años, pero consiguen subsanarlo con su belleza y elegancia (y unas pestañas postizas imposibles). Alice cumple con lo que ya viene siendo un tópico en las series de la productora ejecutiva y que debería ser lo normal tanto en la televisión como en el cine, visibilizar a la mujer en todas las esferas profesionales, incluido el show businessdonde el protagonismo (y los sueldos) deben equipararse al de sus compañeros de reparto.

Otra de las características de Shondaland que también está presente en The Catch es la capacidad de enganchar al espectador con una premisa muy atractiva y un desarrollo que no deja un momento de respiro al espectador. Lo que en otras series de tramas ágiles acaba degenerando en un desastre (siempre me acuerdo de The Following), en todas las de la productora consiguen una longevidad insólita sin perder calidad ni espectadores.

Mireille Enos encabeza un reparto bellísimo.

Técnicamente, The Catch es correctísima. La fotografía luminosa resalta un diseño de producción en el que el lujo es el protagonista. Coches caros, vestidos bonitos y oficinas de diseño están a la orden del día en la serie, algo que siempre gusta al espectador. Me gustaría mencionar la rotulación, con esas líneas o hilos de los que se va tirando que se dejan ver desde el cartel promocional, lo cual enlaza con el montaje, un poco atropellado en un principio cuando la pantalla partida me pareció un poco excesiva.

The Catch no va a ser una de las mejores series del año, posiblemente sus actores no ganarán premios pero sí es muy digna y, para qué negarlo, te quedas con ganas de más. Por ahora sus audiencias han sido más que discretas, tan sólo 5.800.000 espectadores en Estados Unidos, pero hay que tener en cuenta que la primavera no es una buena época para estrenar nuevas series pues el consumo suele disminuir. La televisión en directo tampoco pasa por su mejor momento, por lo que habrá que ver cómo funciona el visionado online.

¿Qué te ha parecido el estreno de The Catch? ¿Crees que la nueva serie de Shondaland tendrá un largo recorrido? 

El Caso: periodismo y crimen en tiempos de la dictadura

La nueva serie de TVE

El pasado martes se estrenó la nueva apuesta de TVE, El Caso, un procedimental periodístico-criminal basado en el semanario de sucesos del mismo nombre, que causó furor en los años 60, una época en la que ejercer la profesión con libertad era casi una utopía. La cadena pública ha conseguido un crear un producto muy interesante en el que se mezclan los géneros con mucha habilidad y no se esconde a la hora de retratar muchos de los problemas de la dictadura.

El Caso es una serie modesta pero muy bien concebida. Recrear la redacción de un periódico y limitarse a investigar un crimen cada semana hubiera sido lo fácil dando algunas pinceladas de la época pero desde el piloto demuestra que temas como el machismo, la censura, las presiones políticas, la corrupción van a ser centrales de la trama. Una profundidad que da empaque al trabajo periodístico de los personajes pero no esperéis un producto denso y concienzudo, pues el humor sirve para desengrasar y convertirlo en un producto ligero, aunque demasiado largo.

Fernando Guillén Cuervo y Verónica Sánchez encabezan el reparto de El Caso. El primero es un experimentado periodista y, como ex policía, se las sabe todas, es arrogante y cómo no, también un machista. Ella es una joven periodista de carácter progresista que tiene el talento para investigar pero le falta la experiencia de su compañero. Una pareja muy interesante, polos opuestos y fuente de conflictos que sin embargo resulta ser explosiva cuando están del mismo lado. Junto a ellos un buen puñado de secundarios que parece que tendrán su cuota de protagonismo a lo largo de los trece episodios que conforman la primera temporada.

Protagonistas de El Caso

En el apartado técnico El Caso luce en todos los aspectos. La ambientación de los años 60 está muy lograda en la escenografía y el vestuario, este segundo muy acertado apostando por el color en los trajes de las mujeres aunque reflejando la austeridad del país, nada de la ostentación de Mad Men, por ejemplo. Pero la recreación de exteriores es sencillamente espectacular, sobre todo en cuanto a los automóviles, genial la secuencia de la persecución. La fotografía se impregna del humo de las redacciones, que no sólo refleja lo que era normal en la época sino que pretende crear aquel ambiente de cine negro que ayuda a que la narración sea más atractiva.

Antes de soslayo mencionábamos que la duración era excesiva, algo que en El Ministerio del Tiempo casi no se nota, en El Caso es un lastre importante. El piloto al menos se me hizo eterno aunque es posible que con el paso de los capítulos, las tramas personales y los casos se pueden volver más interesantes y así habrá menos relleno, pero no olvidemos que estamos ante un procedimental de manual y todo dependerá del crimen de turno.

En términos generales, estamos ante una serie muy interesante sobre el papel que cuenta historias inspiradas en la realidad de una época muy difícil para ejercer el periodismo. El Caso tiene una ambientación exquisita, una música muy bien elegida y grandes dosis de humor. Creo que le falta un punto para llegar a ser una ficción de referencia pero su punto de partida es halagüeño aunque en manos de una televisión pública que no sabe qué quiere ser todavía, su futuro siempre estará en el aire como sucede con otras de las series del ente.

El Caso se emite en La 1 de Televisión Española todos los martes a las 22.30h.