Durante varias temporadas, los seguidores de The Walking Dead, del drama postapocalíptico de personajes que reaccionan ante una invasión zombie como animales humanos que son, hemos tenido que soportar las críticas de otros seguidores de The Walking Dead, de la serie de acción en la que un grupo de supervivientes se convierten en asesinos implacables de caminantes y todo lo que no sea eso es un soberano aburrimiento. Esta diferencia de criterio habla muy bien de la serie y del público tan heterogéneo que la sigue, incluso desde el hate-watching, o hablaba, porque la sexta temporada ha alternado grandes episodios de acción con otros que han estado vacíos de contenido y repleto de errores e incoherencias.
Como cualquier producto de ficción distópico, lo más interesante de The Walking Dead al principio fue ver cómo los caminantes se iban apoderando del mundo, de cómo la muerte siempre andaba al acecho y cómo se las apañaban los supervivientes. Después, la serie se volvió más introspectiva, analizando el comportamiento humano de una forma precisa y realista, y llevando a los personajes hasta el límite psicológico y moral (mi parte favorita sin lugar a dudas). Durante todo este tiempo, el equilibrio entre la acción y el drama ha llevado a la serie a ser aclamada por la crítica y por el público, pero en esta sexta temporada The Walking Dead parece haber entrado en una fase de indefinición que me tiene un poco desencantado.
La primera parte de esta nueva entrega tuvo cuatro episodios brillantes, con mucha acción los dos primeros y otro genial sostenido sólo con dos soberbios actores, pero a partir de ahí parece haber abandonado el drama psicológico más intenso y empieza a caer en errores de guión que han llevado a los personajes a actuar de forma incoherente. Tampoco ha ayudado la no muerte de Glenn, que ya comentamos hace unos meses, y un midseason finale anticlimático indigno de la serie de la que estamos hablando, que arregló en parte el regreso fulgurante de hace casi un mes. Desde entonces, hemos visto un cambio de géneros que no le ha sentado nada bien en The Next World (6×10), que se convierte en una comedia y Knots Untie (6×11), donde las nuevas parejas comparten protagonismo con la gestación de una de las tramas más esperadas de la serie.
¿Qué debemos esperar a partir de ahora? Yo espero que la llegada de Negan y Los Salvadores fuercen situaciones que vuelvan a poner a los personajes al límite psicológicamente y nos mantengan en tensión como sólo The Walking Dead sabe hacer. Pero sólo lo conseguirá si da protagonismo a los personajes y a su psicología porque sólo de esa forma la acción y las muertes cobran sentido, consiguiendo el equilibrio que la ha convertido en la gran serie que es.

El cine y las series de televisión son mi pasión, aunque la Edad de Oro de la pequeña pantalla me conquistó sobre todas las cosas. En Cultura Seriéfila analizo toda ficción que lo merezca con una dosis muy alta de opinión. También me podéis escuchar en el podcast de Cultura Seriéfila y eventualmente en La Jungla Radio.