La cuarta temporada de Fear The Walking Dead nos sorprendió a todos con la incorporación de Lennie James al reparto de la serie. Pensábamos que iba a ser un cameo pero Morgan no sólo llegó para quedarse sino para ser el absoluto protagonista. Está más que claro que los creadores quisieron reenganchar a muchos de los seguidores de The Walking Dead que estaban desencantado con lo que hasta ahora era una precuela. Pero nos encontramos con un lavado de cara a fondo que fue desde el cambio en la cabecera hasta una mayor inversión por capítulo que se ha notado y mucho.
Este artículo contiene spoilers de la cuarta temporada de Fear The Walking Dead.
Primera parte
La primera parte de la temporada fue la que dio lugar al reseteo, a la transición entre el Fear antiguo y el Fear moderno. Uno estaba liderado por Madison y Nick, y el segundo por Morgan y los nuevos personajes. El adiós a aquellos que habían llevado el peso de la serie fue inesperado, sorprendente y, en cierta manera, liberador. Ambos personajes, que tengo que admitir que me gustaban bastante, no convencieron a gran parte de los fans y posiblemente fuera el motivo por el que perdieron el interés. Todavía recuerdo la muerte de Travis al principio de la tercera entrega y lo poco que importó en general.
La atractiva estructura de la narrativa en pasado y presente dio paso a tres o cuatros capítulos en los que Fear The Walking Dead entró en la indefinición. Los primeros nos habían dejado boquiabiertos pero la muerte de Madison empezó a hacerse demasiado previsible llegados a cierto punto. Mientras, los guionistas nos presentaron a los nuevos secundarios que no sabíamos que iban a ser los nuevos principales. Y acertaron con los fichajes de Garret Dillahunt (John Dorie), Jenna Elfman (Naomi/June) y Maggie Grace (Althea). Tres caras muy conocidas en el universo seriéfilo. La resolución de la muerte de Madison y todo el asunto del estadio, nos dejó un devastador balance del que sólo salieron vivos Alicia, Strand y Luciana.
Segunda parte
Aunque ya hemos dicho que la narrativa de los ocho primeros episodios empezó a hacerse pesada, supieron pararla a tiempo y mostrarnos otra serie en los ocho restantes. La historia empezaba de cero y Fear empezó a parecerse a The Walking Dead, hasta estaba Morgan. No faltaron los nuevos personajes como Wendell, Jim y Sarah, que han servido de apoyo a los nuevos protagonistas, pero sobre todo a contar la historia de Morgan. Sin embargo, hay que hacer hincapié cómo Alicia y Strand han pasado a ser secundarios. Podríamos decir que son el la quinta y el sexto en importancia en la serie. Uno se vuelve melancólico cuando recuerda el principio a pesar de las fobias que pudiéramos tener con el elenco.
Siempre he pensado que temáticamente, The Walking Dead (la franquicia), desaprovecha constantemente la oportunidad de innovar. Creo sinceramente que hay multitud de temas más allá de la constante diatriba del matar o no matar humanos que se podrían explotar. Morgan, como Rick, e incluso Alicia y Madison, se han movido siempre en la postura radical de si matar o no matar, y ambas series han entrado en un bucle del que no pueden salir. La segunda parte de la cuarta temporada no es una excepción. Morgan se recorrió medio país huyendo de la violencia, y creo que es la segunda o tercera vez que ha decidido dejar de matar humanos. Si nos damos cuenta, todos los personajes que he mencionado, y algunos más, han hecho el mismo recorrido, varias veces. Y en parte, el cansancio viene dado por esto.
La villana de turno, Martha (Tonya Pinkins) ha intentado poner a Morgan entre la espada y la pared con el fin de que cediera a sus impulsos y, aunque como novedad no lo ha conseguido, sí ha logrado que nos cansemos un poco en los últimos episodios, teniendo cierta sensación de déjà vu. Además, para acentuar dicha sensación, en los minutos finales hemos revivido algunos vicios de la serie madre, como algún que otro deux ex machina, aderezado con unas interpretaciones muy justitas cuando están envenenados, por ejemplo. Sí sorprende el final feliz, algo a lo que estamos muy poco acostumbrados.
Visto lo visto en esta cuarta temporada de Fear The Walking Dead, parece que ambas series han decidido tirar por el mismo sitio y ser definitivamente la misma pero en distintos escenarios. Convergencia temática y puede que incluso física en un futuro no muy lejano, porque me da a mí que se acabarán encontrando. ¿Qué opináis?

El cine y las series de televisión son mi pasión, aunque la Edad de Oro de la pequeña pantalla me conquistó sobre todas las cosas. En Cultura Seriéfila analizo toda ficción que lo merezca con una dosis muy alta de opinión. También me podéis escuchar en el podcast de Cultura Seriéfila y eventualmente en La Jungla Radio.