El final de la octava temporada de The Walking Dead nos dejó el establecimiento de un nuevo orden en este mundo post apocalíptico. Rick cumplió la voluntad de su hijo y construyó esa sociedad colaborativa e idílica que había soñado y predicho. Pero el pobre Carl no fue a la escuela el tiempo suficiente como para saber que el hombre, y sobre todo la política, siempre vuelve a caer en los mismos vicios.
Este artículo contiene spoilers del episodio 9×01 de The Walking Dead
El primer episodio de la novena temporada se llama ‘Un nuevo comienzo’ (‘A New Beginning’). En él se nos va describiendo tras una pequeña elipsis temporal, cómo han quedado cada una de las colonias: Alexandria, Hilltop y el Santuario, no hemos visto físicamente ni el Reino ni Oceanside. Intuimos que la paz ha reinado durante todo este tiempo, hay placas solares, molinos y demás construcciones de tecnología arcaica, como dice Rick: «desde el pasado construimos el futuro». Pero ya sabemos que en The Walking Dead nada dura para siempre y los problemas no tardan en aparecer.
Primero Maggie, que ha conseguido hacer de Hilltop la población más próspera de todas, y como tal, está ayudando al resto hasta que consigan salir adelante. Su liderazgo no es cuestionado gracias a unas elecciones que propició Gregory y a quien derrotó en las urnas. Todo bien hasta que éste se aprovecha de la muerte del chaval Ken para ejercer de político profesional. Una mini trama que sólo sirve para asentar el liderazgo de Maggie, no sólo ante Hilltop, sino también ante Rick.
Me ha parecido muy interesante la forma de enfocar la rebelión de Gregory por parte de los guionistas, usando mantras del trumpismo, algo parecido a los «Make America Great Again» o «Americans First». Dibujan, por tanto, una metáfora muy certera de la situación política mundial. Los Salvadores son los desfavorecidos, su tierra no es tan fértil y el hambre les puede volver agresivos y sembrar las semillas de que con Negan todo iba mejor, claramente inspirado en los países subdesarrollados. Hilltop es el país rico, el que tiene en su mano acabar con las penurias de los pobres pero cuyos ciudadanos no quieren perder ni un ápice de comodidades y sus líderes intentan conservar su posición a toda costa, por lo que se dejan llevar por sus ciudadanos. Y luego está Rick, que bien podría ser la ONU, un líder que intenta que el sistema siga funcionando para tratar de evitar hostilidades y guerras. Por último, si la metáfora no era intencionada que me aspen, todo se desarrolla en Washington D.C, con un Capitolio detrás, destruido.
Ya vemos que a nivel político la novena temporada tiene unos buenos cimientos y fuentes de conflictos casi interminable. A nivel de producción también se ha podido apreciar el esfuerzo por haberse atrevido a llevar a los personajes a Washington, de la que hemos visto algunos planos generales muy interesantes y cuidados. El maquillaje de los zombies nunca decepciona, pero se han atrevido con varios primeros planos y ese terrorífico que estaba lleno de arañas y gusanos, asqueroso pero bien. Por ahora, los hechos se han sucedido de forma lógica, salvo algún detalle en la refriega de la carreta.
Los inicios tanto de The Walking Dead, como de Fear, suelen ser prometedores, plantean bien las bases del conflicto pero éste se va desmoronando poco a poco por culpa del desarrollo de personajes o la falta de trabajo de los guiones. Desde mi punto de vista, ésta fue la principal razón de la caída de calidad y de audiencia de la serie en las dos últimas temporadas. Errores que esperamos que la nueva showrunner, Angela Kang, sea capaz de subsanar porque de esto y de la capacidad de gestionar la marcha segura de Andrew Lincoln y la posible de Lauren Cohan, dependerá el éxito de la novena temporada. Sea como sea, al menos, el comienzo es muy interesante.

El cine y las series de televisión son mi pasión, aunque la Edad de Oro de la pequeña pantalla me conquistó sobre todas las cosas. En Cultura Seriéfila analizo toda ficción que lo merezca con una dosis muy alta de opinión. También me podéis escuchar en el podcast de Cultura Seriéfila y eventualmente en La Jungla Radio.