El siguiente artículo es muy diferente a otros que he escrito, lo escribo desde más adentro que el resto. Lo hago porque el tema de esta miniserie documental, La Línea, la sombra del narco me toca de cerca porque nací y resido en La Línea, que es la ciudad objeto del mismo. Por tanto, permitidme no ser tan objetivo como debiera.
Desde que tengo uso de razón, este rinconcito de la provincia de Cádiz siempre ha tenido mala fama. Cuando no ha sido el contrabando de tabaco ha sido el narcotráfico de hachís, fundamentalmente. Los medios de comunicación siempre han encontrado carnaza en nuestro amplio abanico de problemas. No es que crea que el problema del narcotráfico no sea suficientemente grave como para que salga en las noticias, de hecho es capital. Pero ha sido precisamente el amarillismo de ciertas cadenas el que enfada de cuando en cuando a los vecinos de La Línea.
Aquí es donde entra en juego este documental de Netflix, porque es de Netflix, una plataforma que genera cada mes unas cuantas series documentales de mucha calidad. Sin embargo, La Línea, la sombra del narco, chafa todas las expectativas de que esta vez se hiciera un estudio más a fondo del problema, analizando los porqués, y yendo al fondo del asunto. Pero no, nos encontramos con un documental de corte policial por encima de todo, que tira más a un reportaje que podemos ver un día cualquiera en Telecinco o La Sexta. De hecho, si nos ponemos estrictos, hasta se habla de otras localidades cercanas, por lo que hasta el nombre del documental es inexacto y malintencionado. El equipo de La Línea, la sombra del narco ha realizado 81 entrevistas y ha grabado 336 horas. La miniserie está producida por Cuerdos de Atar y Mediaset, lo cual ya nos podía dar una idea de por dónde podría moverse el documental.
Más allá del enfoque que le hayan querido dar, algunos datos son inexactos, malinterpretados o utilizados a conveniencia. Por ejemplo, justo al principio, nos dice que La Línea es la principal puerta de entrada de droga de Europa, lo cual no es cierto. Se puede comprobar la actividad de cualquier puerto de España, si al menos hubieran utilizado la palabra hachís, todavía nos lo podríamos creer. Un policía afirma que en la ciudad, el 60% de la población vive del narcotráfico, que también es mentira. Datos vagos y falta de expertos, historiadores o sociólogos. Si nos volvemos a poner estrictos, no podemos casi ni llamarlo documental porque, al menos en los dos primeros episodios que nos ha cedido Netflix, de los cuatro que consta, esto se queda en reportaje.
Un reportaje que técnicamente está muy bien, han conseguido un material policial de primera mano, han rodado con ellos en los vehículos, hay persecuciones en directo y tiene una intro muy destacable. De hecho, la docuserie es entretenida y curiosa de ver, pero se queda muy corta en muchos aspectos, sobre todo, como dije más arriba, en explicar el contexto, que es algo que suelen hacer bien este tipo de productos. La Línea, la sombra del narco, no.
La Línea, la sombra del narco está disponible completa en Netflix.
El cine y las series de televisión son mi pasión, aunque la Edad de Oro de la pequeña pantalla me conquistó sobre todas las cosas. En Cultura Seriéfila analizo toda ficción que lo merezca con una dosis muy alta de opinión. También me podéis escuchar en el podcast de Cultura Seriéfila y eventualmente en La Jungla Radio.